Cuando yo era niño (fui un niño con dificultades como tantos) me dolían bastantes cosas y tenía dificultades varias de salud…
...que, aunque no eran graves, casi siempre estaban presentes.
Mi madre, como es normal, me llevaba al médico...
… preocupada
Y este, como es normal, (mejor dicho, habitual) ni me miraba mientras hablaba con ella y le recetaba el antiinflamatorio de turno que a ella le dejaba tranquila…
... y a mi igual que estaba, pero un poco más intoxicado.
Recuerdo perfectamente pensar (sentado en una de esas sillas y mirando a uno de esos señores con bata blanca, 5 años de carrera y tres de especialización)
… que no tenía nada para mí.
… que no me podía ayudar.
Porque yo sufría.
Si.
Pero mis sufrimientos corporales, estaban anclados en dolores del alma.
Y ahí, a mí, nunca miraban...
Tod@s hemos pasado antes o después por eso. Puede que lo recuerdes o no, pero tal y como está montado el tema de la salud y la enfermedad… tal y como está orientada la relación médico paciente…
...terminamos con antiinflamatorios
...con analgésicos
...y con consejos zafios o culpabilizadores.
Es así como de alguna forma, nosotros también nos olvidamos, también nos desconectamos…
De quién?
De nosotros mism@s…
De ese niñ@ que sufre y solo encuentra al cuerpo como vía de expresión.
Bien.
Pues cada vez que vengas al fisio, cada vez que te tumbes en una de nuestras camillas, recuerda (tu fisio también lo hará) que es@ niñ@ está ahí.
Es un momento perfecto para escucharle(te) para sentir(te) y para tomar consciencia.
Es un momento perfecto para comprender y aceptar (grandes palabras ambas) cómo todas tus tensiones tienen su origen en tu vida, en tus dificultades.
Cómo se hace?
Respirando, sintiendo, atendiéndote, respirando, sintiendo, atendiéndote, respirando, sintiendo, atendiéndote…
Estos principios, están más o menos presentes en cualquiera de l@s profesionales que te trate en FisioClinics.
Cualquiera de ell@s, dará espacio a la consciencia corporal y a que hables de las cosas que te aprietan.
No somos psicólog@s, pero espacio para hablar, ofrecemos.
Obviamente no es obligatorio, obviamente esto es algo que tiene que surgir (de hecho, surge todos los días) pero el espacio, está.
Para tener ese espacio además de tener un@ buen@ fisio, ya sabes dónde estamos.
Y si no te acuerdas, te ayudo a hacer memoria.
Ahora, con nosotros, o en otro fisio (si te da el espacio) es decisión tuya si solo quieres ir a que te quiten las tensiones de la espalda o si quieres además entenderlas, a ver si poco a poco dejas de cargarlas.
Iñigo (el niño que siempre lo supo) Junquera.
