El dolor crónico y las lesiones musculoesqueléticas pueden afectar significativamente la calidad de vida de una persona, limitando su movilidad y dificultando la realización de actividades diarias o deportivas. En los últimos años, la terapia con ondas de choque se ha convertido en una de las alternativas más eficaces para el tratamiento de diversas patologías musculares, tendinosas y articulares. Esta tecnología ofrece una solución no invasiva, rápida y con resultados comprobados en la reducción del dolor y la aceleración de la recuperación.
En FisioClinics Logroño, utilizamos la terapia de ondas de choque como parte de nuestros tratamientos especializados en fisioterapia avanzada. Gracias a su capacidad para estimular la regeneración de los tejidos y mejorar la circulación sanguínea, esta técnica ha demostrado ser una opción efectiva para tratar lesiones deportivas, tendinopatías crónicas y dolores musculares persistentes.
¿Qué son las ondas de choque y cómo funcionan?
Las ondas de choque son ondas acústicas de alta energía que se aplican sobre los tejidos afectados con el objetivo de estimular la reparación celular y mejorar la función del sistema musculoesquelético. Esta tecnología se basa en la generación de pulsos mecánicos que penetran en los tejidos profundos, promoviendo una respuesta biológica que favorece la curación.
El principal efecto de las ondas de choque es su capacidad para activar la circulación sanguínea en la zona tratada, lo que permite una mayor oxigenación de los tejidos y una reducción de la inflamación. Además, este tratamiento ayuda a romper depósitos de calcio en los tendones, a estimular la producción de colágeno y a modular la respuesta del sistema nervioso, lo que contribuye a la disminución del dolor.
Principales beneficios de las ondas de choque en el tratamiento del dolor y lesiones
Uno de los beneficios más importantes de las ondas de choque es su capacidad para reducir el dolor de manera rápida y efectiva. Al actuar sobre los receptores del dolor y mejorar la regeneración de los tejidos, esta terapia permite que los pacientes experimenten un alivio significativo desde las primeras sesiones.
Otro de los beneficios clave es la aceleración de la recuperación en lesiones crónicas. Muchas patologías musculoesqueléticas, como las tendinopatías o las fascitis, pueden volverse crónicas debido a la falta de riego sanguíneo en la zona afectada. Las ondas de choque estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos, lo que favorece una regeneración más rápida y efectiva.
Además, esta terapia es una excelente alternativa para evitar tratamientos invasivos o cirugías. En muchos casos, los pacientes que han probado diferentes enfoques sin éxito encuentran en las ondas de choque una solución eficaz sin necesidad de recurrir a procedimientos más agresivos.
Otro aspecto relevante es su eficacia en la eliminación de calcificaciones y adherencias en los tendones. Las ondas de choque tienen la capacidad de fragmentar los depósitos de calcio acumulados en los tendones, facilitando su reabsorción y reduciendo el dolor asociado a estas lesiones.
Lesiones y patologías que pueden tratarse con ondas de choque
Esta terapia se ha convertido en una de las más utilizadas en fisioterapia para el tratamiento de diversas afecciones musculoesqueléticas. Entre las patologías más comunes que pueden beneficiarse de las ondas de choque se encuentran las tendinopatías crónicas, como la tendinitis rotuliana, la epicondilitis lateral (codo de tenista) y la tendinitis del manguito rotador en el hombro.
También es muy efectiva en el tratamiento de la fascitis plantar, una de las principales causas de dolor en el talón, así como en lesiones como la espolón calcáneo, que genera molestias intensas al caminar.
Las lesiones musculares persistentes y los puntos gatillo miofasciales también pueden tratarse con esta técnica, ya que las ondas de choque ayudan a relajar la musculatura y a reducir los espasmos musculares. En deportistas, esta terapia es ampliamente utilizada para acelerar la recuperación tras sobrecargas musculares y prevenir recaídas en lesiones repetitivas.
Cómo se realiza una sesión de terapia con ondas de choque
En FisioClinics Logroño, cada sesión comienza con una evaluación del paciente para determinar el área exacta a tratar y la intensidad adecuada de las ondas de choque. A continuación, se aplica un gel conductor en la piel y se coloca el cabezal del equipo en la zona afectada, emitiendo pulsos de ondas de choque durante unos minutos.
El tratamiento no requiere anestesia y, aunque puede generar una leve sensación de molestia en algunas zonas, generalmente es bien tolerado por los pacientes. La duración de la sesión suele ser corta, variando entre 10 y 20 minutos, y en la mayoría de los casos se recomiendan entre 3 y 5 sesiones para lograr resultados óptimos.
¿Cuándo se empiezan a notar los resultados?
Muchas personas experimentan una reducción del dolor desde la primera o segunda sesión, aunque la mejoría completa se observa de forma progresiva en las semanas posteriores al tratamiento. La regeneración de los tejidos continúa incluso después de finalizar las sesiones, lo que permite que los efectos sean duraderos.
Es importante seguir las recomendaciones del fisioterapeuta tras el tratamiento, evitando esfuerzos intensos en la zona tratada durante los primeros días y complementando el tratamiento con ejercicios de rehabilitación si es necesario.
Conclusión
La terapia con ondas de choque es una opción segura y efectiva para el tratamiento del dolor y las lesiones musculoesqueléticas. Gracias a su capacidad para reducir el dolor, mejorar la circulación y acelerar la regeneración de los tejidos, se ha convertido en una de las técnicas más utilizadas en fisioterapia avanzada.
En FisioClinics Logroño, ofrecemos tratamientos personalizados con ondas de choque para ayudar a nuestros pacientes a recuperarse de forma rápida y sin necesidad de procedimientos invasivos. Si sufres una lesión crónica o un dolor persistente, esta terapia puede ser la solución que necesitas.
