Hace tiempo te hablaba de la historia de los tres monos y prometí contarla.
Aquí está…
Unos investigadores, metieron a tres monos en un recinto de zoológico y en el centro de este pusieron una escalera que, subiendo, permitía acceder a un manojo de plátanos.
Cuando cualquiera de los monos se acercaba a los plátanos, los científicos rociaban todo el cercado con agua muy fría lo que era muy molesto para todos los monos.
Al de unos días, cada vez que algún mono empezaba a subir a la escalera, los otros dos le detenían y pegaban antes de que les rociaran con agua fría.
Tiempo después todos los monos dejaron de intentar subir.
Los científicos sustituyeron entonces a uno de los monos por otro diferente y cuando este (por supuesto) intentó subir a por los plátanos, los otros dos le pegaron y se lo impidieron hasta que dejó de intentarlo.
Volvieron entonces a sustituir a otro de los monos iniciales por uno nuevo y sucedió lo mismo, solo que también participó en las palizas el mono introducido en la anterior fase.
Cambiaron entonces al único mono del inicio por otro nuevo y…
Los otros dos monos, que nunca conocieron el agua fría, apaliaron al nuevo para que no subiera.
Y cuando este preguntó… ¿Por qué me pegáis?
Ellos respondieron… No sé, aquí siempre se han hecho, así las cosas.
Así es como nacen los paradigmas, todas esas cosas que hacemos porque son la norma, lo que hemos visto en todos lados, tengan o no verdadero sentido.
Tomar algo blanco y caliente teñido por algo oscuro por las mañanas.
Comer postre después de un primer y segundo plato.
Comer primer y segundo plato.
Tomarte una pastilla cuando tienes un dolor.
Todas ellas cosas que viste desde bien prontito en casa, en la tele, en todos los sitios…
Las cosas, son ASÍ
Quizás sospeches hasta qué punto vives en un engaño formado por paradigmas, quizás estés buscando alguien que te ayude a romper algunos de ellos, quizás podamos ayudarte.
Iñigo (como un mono) Junquera
