Fisioterapia después de la cirugía de Lipedema: claves para una recuperación óptima

La cirugía de lipedema es un procedimiento clave para mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta patología. Sin embargo, el éxito de la intervención no solo depende de la cirugía en sí, sino también de un adecuado postoperatorio. La fisioterapia especializada desempeña un papel fundamental en la recuperación, ayudando a reducir la inflamación, mejorar la circulación linfática y prevenir complicaciones como fibrosis o adherencias cicatriciales.

Si te has sometido a una cirugía de lipedema o estás considerando hacerlo, aquí te explicamos en detalle los cuidados fisioterapéuticos más importantes en cada fase de la recuperación.

1. Cuidado de las heridas y manejo de la inflamación inicial

Durante las primeras semanas tras la cirugía, el principal objetivo es garantizar una correcta cicatrización y minimizar el riesgo de infecciones o complicaciones.

Higiene y cuidados de las incisiones

  • Es fundamental mantener las heridas limpias y secas.

  • Sigue las indicaciones médicas respecto a la limpieza y los productos adecuados para la piel.

  • Evita la exposición directa al sol en la zona intervenida, ya que la piel está más sensible y propensa a la hiperpigmentación.

  • No apliques cremas o productos en las cicatrices sin la aprobación de tu médico fisioterapeuta.

Control de la inflamación y el dolor

  • La inflamación es un proceso natural tras la cirugía, pero puede manejarse con estrategias adecuadas.

  • Se recomienda el uso de prendas de compresión específicas para lipedema, que ayudan a reducir la inflamación y favorecer el retorno venoso y linfático.

  • El reposo relativo es importante, evitando actividades extenuantes, pero sin permanecer completamente inmóvil.

2. Movilización pasiva con el Método Godoy

El Método Godoy es una técnica de terapia linfática altamente efectiva en el tratamiento del edema y la inflamación, lo que lo convierte en una herramienta clave en el postoperatorio de la cirugía de lipedema. Esta técnica se basa en la movilización pasiva del sistema linfático para mejorar la eliminación de líquidos retenidos y acelerar la recuperación del paciente.

¿Cómo funciona el Método Godoy?

El objetivo principal de este método es estimular el sistema linfático de manera natural para mejorar su función, evitando la sobrecarga de líquidos en los tejidos y reduciendo la inflamación. Se logra mediante movilizaciones pasivas, suaves y continuas, lo que favorece el drenaje sin generar molestias ni interferir con la cicatrización.

Principales características del Método Godoy

  • Se basa en movimientos pasivos realizados por un fisioterapeuta, sin que el paciente tenga que realizar esfuerzo.

  • Estimula el sistema linfático superficial y profundo, mejorando la reabsorción de líquidos.

  • No es invasivo ni doloroso, lo que lo hace ideal para las primeras etapas postquirúrgicas.

  • Puede combinarse con prendas de compresión específicas y otros métodos de drenaje linfático manual para potenciar sus efectos.

En las primeras semanas tras la cirugía, el movimiento activo está limitado debido a la inflamación, la sensibilidad de los tejidos y la necesidad de proteger las incisiones. Por ello, la movilización pasiva con el Método Godoy es una excelente opción para activar la circulación sin poner en riesgo los resultados quirúrgicos.

Beneficios del Método Godoy en la recuperación de la cirugía de lipedema

  • Disminuye la inflamación postquirúrgica al facilitar la evacuación del exceso de líquidos acumulados en los tejidos tratados.

  • Mejora la circulación linfática y venosa, evitando la congestión de líquidos y mejorando el flujo venoso.

  • Reduce la sensación de pesadez y dolor en las extremidades, aliviando la hinchazón y la presión postoperatoria.

  • Previene la formación de fibrosis o adherencias en el proceso de cicatrización, asegurando un mejor contorno corporal.

  • Permite una transición más rápida hacia la movilidad activa, facilitando la reincorporación a la actividad física progresiva.

¿Cuándo y cómo se aplica el Método Godoy en el postoperatorio?

Fase temprana (primeras semanas postoperatorias)

  • Se recomienda iniciar las sesiones con un fisioterapeuta especializado en drenaje linfático tan pronto como el cirujano lo autorice.

  • En este período, los movimientos deben ser suaves y controlados, evitando cualquier acción que cause molestias o interfiera con la cicatrización.

Fase intermedia (después de la segunda semana)

  • La movilización pasiva puede combinarse con drenaje linfático manual para potenciar sus efectos.

  • Dependiendo de la evolución del paciente, se puede comenzar a introducir movimientos activos progresivos.

Fase avanzada (después de la tercera o cuarta semana)

  • En este punto, el paciente puede comenzar a moverse de forma más activa, y la terapia se ajusta para facilitar la adaptación de los tejidos al nuevo contorno corporal.

Conclusión

El Método Godoy es una técnica altamente recomendada en el postoperatorio de la cirugía de lipedema debido a sus múltiples beneficios para el drenaje de líquidos, la reducción de la inflamación y la mejora del contorno corporal. Aplicado de manera temprana y bajo supervisión profesional, contribuye significativamente a una recuperación más rápida y efectiva.

Si has pasado por una cirugía de lipedema o estás en proceso de hacerlo, consulta con un fisioterapeuta especializado para incluir el Método Godoy en tu plan de recuperación. Tu bienestar y tus resultados a largo plazo dependen de un postoperatorio bien guiado.

3. Drenaje Linfático Manual (Método Vodder)

El Drenaje Linfático Manual (DLM) es una técnica terapéutica clave en la recuperación postoperatoria de la cirugía de lipedema. Consiste en maniobras suaves, rítmicas y específicas que estimulan el sistema linfático, ayudando a la eliminación de líquidos retenidos y favoreciendo una recuperación más rápida y efectiva.

En la cirugía de lipedema, donde se extraen grandes volúmenes de grasa patológica, el sistema linfático puede verse temporalmente sobrecargado. Por ello, el DLM es una herramienta fundamental para evitar acumulaciones de líquidos, mejorar la regeneración de los tejidos y prevenir complicaciones como fibrosis o adherencias.

¿Cómo funciona el Método Vodder?

El Método Vodder es una de las técnicas más reconocidas y efectivas dentro del drenaje linfático manual. Se basa en maniobras muy suaves y precisas que siguen el recorrido del sistema linfático, facilitando la eliminación de líquidos y toxinas a través de los ganglios linfáticos.

A diferencia de otros masajes, el drenaje linfático no es un masaje convencional, sino un procedimiento especializado que no debe generar dolor ni presión excesiva en los tejidos. Su objetivo es estimular la capacidad natural del cuerpo para reabsorber líquidos sin afectar los vasos linfáticos ni las incisiones en recuperación.

Principales características del Método Vodder:
  • Se realiza con movimientos lentos, rítmicos y suaves, siguiendo el flujo natural de la linfa.

  • No se ejerce presión profunda, ya que el sistema linfático se encuentra justo debajo de la piel.

  • Se inicia en áreas no afectadas por la cirugía, preparando los ganglios linfáticos para recibir y evacuar el exceso de líquidos.

  • Contribuye a reducir inflamación, hematomas y molestias postoperatorias sin interferir en la cicatrización.

¿Cuándo se recomienda iniciar el DLM?

El drenaje linfático manual puede iniciarse en los primeros días o semanas tras la cirugía, siempre bajo la supervisión de un fisioterapeuta especializado en postoperatorios de lipedema.

Fases de aplicación del drenaje linfático postquirúrgico:
  1. Primera fase (primeras 48-72 horas postcirugía): Se evalúa la inflamación y se decide si el paciente está en condiciones de iniciar el tratamiento. Se pueden realizar maniobras previas de activación linfática en zonas no tratadas, facilitando la evacuación de líquidos sin comprometer las áreas intervenidas.

  2. Segunda fase (1-2 semanas postcirugía): Se comienza con sesiones suaves de drenaje linfático para favorecer la eliminación de edemas y hematomas sin interferir en la recuperación de los tejidos. Se combina con el uso de prendas de compresión específicas para potenciar los efectos del tratamiento. Se evita aplicar drenaje sobre las incisiones aún en proceso de cicatrización.

  3. Tercera fase (a partir de la segunda o tercera semana): Se pueden realizar maniobras más directas en las áreas tratadas, siempre que no haya inflamación excesiva ni molestias. Se complementa con otras terapias como Indiba o masajes de movilización de fibrosis en caso necesario. Se recomienda seguir sesiones de drenaje linfático periódicas para mantener los beneficios a largo plazo.

Cada paciente tiene un proceso de recuperación diferente, por lo que la frecuencia y duración del drenaje linfático debe adaptarse a sus necesidades específicas.

Beneficios del Drenaje Linfático Manual en la cirugía de lipedema

El DLM no solo mejora la recuperación a corto plazo, sino que también optimiza los resultados finales de la cirugía al prevenir complicaciones y mejorar la adaptación de los tejidos.

  • Reduce la inflamación y el edema postquirúrgico: Elimina la acumulación de líquidos retenidos y mejora la circulación linfática, favoreciendo una desinflamación más rápida.

  • Disminuye la formación de hematomas: Acelera la reabsorción de los pequeños hematomas postoperatorios, reduciendo el tiempo necesario para que desaparezcan.

  • Favorece la regeneración de los tejidos: Mejora la oxigenación de los tejidos, permitiendo una cicatrización más rápida y uniforme.

  • Alivia la sensación de dolor y pesadez: Disminuye la presión generada por la inflamación, reduciendo molestias y mejorando la sensación de confort.

  • Previene la aparición de fibrosis postquirúrgica: Reduce el riesgo de formación de tejido fibroso irregular, asegurando que la piel y los tejidos tratados se adapten de manera uniforme.

  • Mejora el contorno y la textura de la piel: Favorece una recuperación más estética al evitar irregularidades y mejorar la elasticidad de la piel.

¿Cómo saber si el drenaje linfático está siendo bien realizado?

Para obtener los máximos beneficios, el DLM debe ser realizado por un fisioterapeuta especializado en el Método Vodder y con experiencia en postoperatorios de lipedema.

Aspectos clave de una buena sesión de DLM:
  • Los movimientos son suaves, lentos y rítmicos, sin generar dolor.

  • No se usan cremas ni aceites, ya que la técnica se basa en el estiramiento de la piel.

  • Se sigue el recorrido natural del sistema linfático, estimulando los ganglios antes de drenar las áreas afectadas.

  • La paciente se siente más ligera y con menos inflamación después de la sesión.

  • No hay enrojecimiento ni marcas en la piel tras la terapia (una presión excesiva podría ser contraproducente).

Es importante evitar sesiones con personas no cualificadas. Un drenaje linfático mal aplicado puede generar efectos adversos, como un aumento de la inflamación o una sobrecarga del sistema linfático.

Conclusión

El Drenaje Linfático Manual con el Método Vodder es una técnica imprescindible en la recuperación postoperatoria de la cirugía de lipedema. Su aplicación adecuada reduce la inflamación, mejora la regeneración de los tejidos y optimiza los resultados estéticos y funcionales de la intervención.

Para asegurar una recuperación efectiva y sin complicaciones, es recomendable que el DLM sea realizado por un fisioterapeuta especializado y adaptado a cada fase de la recuperación. Si te has sometido a una cirugía de lipedema o estás en proceso de hacerlo, consulta con tu especialista para incluir el drenaje linfático en tu protocolo postoperatorio. Tu bienestar y la calidad de tus resultados dependen de ello.

4. Indiba: Tecnología Avanzada para Mejorar la Recuperación

Después de una cirugía de lipedema, es fundamental contar con herramientas que aceleren la regeneración de los tejidos y reduzcan las posibles complicaciones postquirúrgicas. En este contexto, la radiofrecuencia Indiba se ha convertido en un tratamiento altamente recomendado por los especialistas en fisioterapia postoperatoria.

A partir de la segunda o tercera semana postoperatoria, cuando la inflamación ha disminuido y las incisiones están completamente cerradas, se puede comenzar con sesiones de Indiba. Su aplicación contribuye a la recuperación de los tejidos y ayuda a conseguir mejores resultados en la cirugía.

¿Qué es Indiba y cómo ayuda en el postoperatorio del lipedema?

Indiba es una tecnología de radiofrecuencia capacitiva y resistiva que trabaja con una corriente de alta frecuencia para estimular la regeneración de los tejidos, mejorar la microcirculación y reducir la inflamación. Su funcionamiento se basa en la bioestimulación celular, que aumenta la producción de colágeno y elastina, mejora la oxigenación de los tejidos y acelera la reabsorción de edemas.

Beneficios de Indiba en la recuperación postquirúrgica:
  • Acelera la recuperación de los tejidos: Estimula la regeneración celular y la reparación de los tejidos afectados por la cirugía.

  • Reduce la inflamación y el edema residual: Facilita la eliminación de líquidos retenidos en los tejidos, reduciendo la hinchazón.

  • Disminuye la formación de fibrosis y adherencias cicatriciales: Ayuda a evitar la aparición de fibrosis postquirúrgica.

  • Alivia el dolor y la sensación de tensión en la piel: Relaja la musculatura y disminuye la hipersensibilidad en las áreas tratadas.

  • Mejora la elasticidad de la piel y su aspecto general: Previene la flacidez postoperatoria al estimular la producción de colágeno.

  • Optimiza los resultados de la cirugía y previene complicaciones a largo plazo: Favorece una recuperación más rápida y cómoda.

¿Cuándo empezar con Indiba?

  • Las incisiones deben estar completamente cerradas y sin signos de infección.

  • No debe haber inflamación aguda ni hematomas excesivos en la zona tratada.

  • Siempre debe aplicarse bajo la indicación y supervisión de un fisioterapeuta especializado.

En las primeras semanas de tratamiento, se suelen realizar 2-3 sesiones semanales. A medida que la inflamación disminuye, se puede reducir la frecuencia a 1-2 sesiones por semana hasta completar el proceso de recuperación.

5. Conclusión

El Drenaje Linfático Manual con el Método Vodder y la radiofrecuencia Indiba son técnicas imprescindibles en la recuperación postoperatoria de la cirugía de lipedema. Su aplicación adecuada reduce la inflamación, mejora la regeneración de los tejidos y optimiza los resultados estéticos y funcionales de la intervención.

Para asegurar una recuperación efectiva y sin complicaciones, es recomendable que estos tratamientos sean realizados por un fisioterapeuta especializado y adaptados a cada fase de la recuperación. Si te has sometido a una cirugía de lipedema o estás en proceso de hacerlo, consulta con tu especialista para incluir estos métodos en tu protocolo postoperatorio. Tu bienestar y la calidad de tus resultados dependen de ello.

Otros Consejos para una Recuperación Óptima

Además de los tratamientos fisioterapéuticos, hay medidas complementarias que pueden mejorar significativamente la recuperación.

Prendas de Compresión

  • Deben ser prendas médicas específicas para lipedema.

  • Es importante usarlas durante al menos 6-8 semanas después de la cirugía.

  • La compresión debe ser firme pero no excesiva.

  • Se recomienda tener al menos dos prendas para alternarlas y lavarlas.

Alimentación Antiinflamatoria

  • Consumir frutas y verduras ricas en antioxidantes.

  • Incluir fuentes de omega-3 como pescado azul y semillas.

  • Priorizar proteínas de calidad como pollo, pavo y legumbres.

  • Mantener una hidratación adecuada.

  • Evitar el exceso de sal, alcohol y alimentos ultraprocesados.

Hidratación y Cuidado de la Piel

  • Beber al menos 2 litros de agua al día.

  • Aplicar cremas hidratantes y regeneradoras.

  • Evitar la exposición al sol en las áreas intervenidas.

  • Realizar masajes suaves para mejorar la circulación.

Movimiento y Ejercicio Progresivo

  • Movilizar pies y piernas suavemente desde los primeros días.

  • Iniciar caminatas cortas dentro de casa a partir de la primera semana.

  • Introducir ejercicios suaves de movilidad desde la tercera o cuarta semana.

  • Evitar ejercicios de impacto hasta que el especialista lo autorice.

Conclusión

El postoperatorio tras la cirugía de lipedema requiere atención y compromiso, pero con los cuidados adecuados se pueden obtener grandes resultados. La fisioterapia, el uso adecuado de prendas de compresión, una alimentación antiinflamatoria, el cuidado de la piel y la movilidad progresiva son fundamentales para una recuperación exitosa. Consulta con un fisioterapeuta especializado para diseñar un plan personalizado según tu evolución.

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