Vivimos en una sociedad acelerada donde el cuerpo y la mente no siempre van al mismo ritmo. Las tensiones emocionales no resueltas, el estrés diario o las preocupaciones constantes pueden acabar reflejándose en nuestro cuerpo en forma de contracturas musculares persistentes.
Estas llamadas “contracturas emocionales” no son simples nudos musculares. Son respuestas del sistema nervioso y del tejido conectivo a emociones retenidas, traumas o estados prolongados de ansiedad. En FisioClinics Logroño abordamos estas dolencias desde un enfoque de fisioterapia integrativa, yendo más allá del masaje tradicional.
¿Qué son las contracturas emocionales?
Se trata de tensiones musculares de origen no mecánico, es decir, no derivadas de una lesión deportiva o un mal gesto, sino relacionadas con:
- Estrés laboral o personal crónico.
- Situaciones emocionales no resueltas.
- Traumas físicos o psicológicos pasados.
- Pérdidas, duelos o bloqueos emocionales.
Estas contracturas suelen instalarse en zonas muy concretas: cuello, trapecios, mandíbula, espalda alta, diafragma, abdomen o zona lumbar. Aunque el dolor es físico, su origen es emocional y sistémico.
¿Por qué no desaparecen con un simple masaje?
Muchas personas acuden a consulta con contracturas recurrentes que mejoran momentáneamente con masajes, pero regresan a los pocos días. Esto sucede porque no se está tratando el origen del problema, sino el síntoma.
Estas tensiones están mantenidas por circuitos neuromusculares activados por el sistema nervioso autónomo, muchas veces relacionados con la respuesta de lucha o huida. Por eso, aunque el músculo se relaje durante unos minutos, el patrón de tensión vuelve a activarse.
¿Cómo actúa la fisioterapia integrativa en estos casos?
A diferencia de la fisioterapia clásica, la fisioterapia integrativa aborda el cuerpo como un todo, donde el sistema muscular, visceral, fascial, respiratorio y emocional están conectados.
En FisioClinics Logroño aplicamos un tratamiento global que puede incluir:
1. Entrevista emocional y exploración física
Es fundamental conocer el contexto de vida del paciente, sus antecedentes emocionales, hábitos posturales y síntomas físicos. Solo así podemos establecer un enfoque terapéutico individualizado.
2. Terapia manual profunda
Se utilizan técnicas como la liberación miofascial, la movilización de diafragma o el masaje visceral, que actúan sobre tejidos conectivos muy reactivos al estrés.
3. Osteopatía visceral y craneal
Muchos bloqueos emocionales se alojan en zonas como el estómago, el hígado, el diafragma o la pelvis. La osteopatía libera estas zonas para que el cuerpo pueda soltar el “anclaje” físico de la emoción.
4. Reeducación respiratoria
La respiración refleja directamente nuestro estado emocional. Técnicas como la respiración diafragmática o la respiración consciente ayudan a calmar el sistema nervioso.
5. Fiit Concept
Un enfoque que integra cuerpo, mente y emoción, combinando fisioterapia, nutrición, psiconeuroinmunología y gestión emocional.
¿Qué beneficios se obtienen con este enfoque?
- Reducción profunda del dolor muscular.
- Mayor consciencia corporal y emocional.
- Disminución del estrés y la ansiedad.
- Mejora de la postura y movilidad.
- Liberación emocional de cargas pasadas.
¿Quién puede beneficiarse?
Cualquier persona con síntomas como:
- Dolor de cuello y hombros persistente.
- Mandíbula apretada o bruxismo.
- Sensación de “nudo en el estómago”.
- Dolor lumbar sin causa física aparente.
- Cansancio crónico y dificultad para relajarse.
- Sensación de tensión constante.
Conclusión
Las contracturas emocionales son un reflejo de lo que no se ha expresado, sentido o liberado. En FisioClinics Logroño te ofrecemos una fisioterapia que va más allá del síntoma, ayudándote a reconectar con tu cuerpo, aliviar el dolor y liberar lo que tu cuerpo lleva tiempo sosteniendo en silencio.

















