Hay pocas cosas tan estúpidas y tan horribles como la normalización de la barbarie.
Que algo esté tan arraigado, que estemos tan acostumbrados… que sencillamente nos parezca que así debe de ser.
Es el cuento de los tres monos sobre cómo nace un paradigma (otro día os lo cuento)
Por poner un ejemplo, hay lugares en el mundo en los que las relaciones incestuosas entre padres e hijas menores están totalmente normalizadas.
Y otros en los que son las pastillas las que solucionan los problemas de la gente.
Bueno… vale… Lo asumo, soy drástico con mis ejemplos y comparaciones…
Pero me gusta serlo para marcar intensamente las similitudes, porque, aunque entiendo que son cosas que están a diferente nivel, el proceso social, familiar y mental que lleva a ellos es el mismo… la búsqueda de seguridad, de pertenecer al mundo de ideas y reglas, al mundo de los paradigmas familiares y sociales.
Salir de ahí, es quedar flotando, sin arraigo, sin tribu, sol@
Aquí es donde muchos, salen de la tribu familiar y social para irse a otras tribus, otros paradigmas, otras raíces importadas.
El verdadero camino es la búsqueda de TUS propias raíces, la creación de tus propios principios, tomando por supuesto de aquí, de allá y de maracuyá.
Y eso no es fácil…
Como te digo no se bebe de un solo sitio, y no se necesitan gurús, sino maestros, guías, espejos y puntos de apoyo.
En lo referente a las dolencias del aparato locomotor, el mundo está igualmente cargado de asunciones, reglas y principios comunes pero que son absurdos.
“La causa de mi dolor es la caja que levanté.”
“Fué la almohada”
“Todo el problema es del colchón”
“Me duele porque tengo esa protrusión”
“Todo es culpa de la artrosis”
Si buscas esa ayuda, apoyo o espejo para buscar y tratar de comprender de verdad por qué te duele la espalda… Es por aquí:
Iñigo (drástico) Junquera