Hay un tipo de paciente con el que me da especial pereza trabajar.
Son esos que según se sientan frente a mí en la mesa en la que hago las entrevistas, me cuentan la cantidad de médicos, de fisios, osteópatas y demás especialistas a los que han recurrido y cómo todos han fracasado y no “han dado” con la solución a su problema.
En dos minutos ya se lo que quieren…
Un nuevo trofeo para su vitrina...
Otro Fisio que ha fracasado...
Corroborar que lo suyo…no tiene solución.
A ver… que no todo el que tiene un problema complejo y ha dado muchas vueltas está en esa posición, pero es que a estos… se les huele a la legua.
Y claro…ponerte a trabajar cuando sabes que el único destino posible es el fracaso…
Bueno… Yo intento en estos casos alejarme (en el sentido de desimplicarme), mirar detrás del ruido y ver a la persona.
Dónde está…
Y donde no quiere estar….
Intento visualizar su dificultad y entender dónde puede tener una grieta por la que colarle un buen caballo de Troya.
No aspiro a ayudar a alguien que no quiere ser ayudado, pero si ha plantar una semillita que quien sabe, puede crecer y quizás más adelante impulsarle a ver (se) un poco más allá.
Pero claro… no es ese tipo de paciente el que buscamos.
Nos gustan las personas dispuestas a hacerse cargo, a hacer pequeños cambios con grandes consecuencias…
Pero como siempre digo. Seas de los unos o de los otros… aquí estaremos, dispuestos a ayudarte.
Que tengas un bonito día!
Iñigo (Caballo de Trolla) Junquera